Andrea Moccio
Fiel al lenguaje de la gráfica, la búsqueda permanente que caracteriza la práctica artística
de Andrea Moccio la ha llevado a bucear en las posibilidades expresivas de distintas
materialidades. En esta oportunidad, la elección de la tonergrafía sobre aluminio -gracias a
una vieja máquina recuperada y al material de descarte proveniente de la industria del
packaging- nos habla de un hacer contemporáneo a partir del entramado de afectividades y
redes vinculares.
Sus ecos aparecen inicialmente en la serie “Monumentales”, título elegido para las
miniaturas de monumentos relevados por la artista durante sus escapadas barriales en los
años de pandemia. Observación, registro y mirada crítica son los pasos meticulosos que
derraman en el posterior tratamiento de las imágenes a través de la impresión y su sucesivo
gofrado.
La pequeña escala se expande en “Blindados” y estalla la indagación sobre el barrio, las
calles, sus transeúntes y la habitual circulación de camiones de caudales. Moccio propone
un recorte de situaciones frecuentes en su territorio cotidiano, a la vez que disfraza letreros
comerciales y carteles indicadores. De esta manera, lo conocido se codea con lo
desconocido y deviene en un escenario otro, cargado de inquietantes climas.
En tanto piezas únicas, esta suerte de daguerrotipos actuales se distingue -incluso- porque
la ironía, el azar y los accidentes de la tecnología son abrazados por la artista como parte
de su lenguaje plástico. Así lo especular de la imagen fotográfica desaparece, reforzando un
incómodo desdibujamiento de la realidad que se espera ver representada.
A pesar de su delicadeza el material elegido se revela dúctil y potente, permitiéndole un
nuevo abordaje de las situaciones observadas en el espacio público. Para ello selecciona,
deliberadamente, tres casos de la estatuaria monumental porteña en los que las figuras
femeninas tienen un rol protagónico
[1]
. El relevamiento inicial se transforma
progresivamente en una acción performática registrada en el video “AAMEPP no existe”, en
coautoría con el videasta Tomas Saralegui, y en donde la complicidad de lo colectivo se
plasma en delantales y herramientas a través de la serigrafía. La copia de las obras,
metódica y cuidadosa, permitió la obtención de una serie de fieles y lábiles calcos que
dialogan poderosamente -en términos formales y discursivos- en el ámbito expositivo. El
pasaje de la plaza a la galería conlleva una serie de decisiones significativas tomadas por la
artista, tanto en su fragmentación como en el carácter de envoltorio de las réplicas. Así
declaman, claramente vaciadas del contenido original.
De la intimidad de los jardines y sus flores, Andrea Moccio se abre a otros tiempos, otro
espacio y a otro universo iconográfico. Capa sobre capa, las diversas dimensiones de
sentido presentes en estas obras recientes, asociadas a las tensiones de los valores
materiales e ideológicos del pasado y del presente, permiten disparar la reflexión. Las
frágiles láminas de aluminio, arrugadas tanto en la opacidad como en el brillo, fijan y blindan
lo que diariamente vemos pero dejamos de mirar.
Marina Aguerre
Buenos Aires, Mayo 2023
Blindados
Andrea Moccio
[1] Las piezas seleccionadas son: el relieve -que replica con algunas licencias el cuadro de Blanes- ubicado en la cara frontal
del “Monumento a las víctimas de la fiebre amarilla” de Juan Ferrari (1876), la “Cautiva” de Lucio Correa Morales (1906) y la
escultura de la Reina Isabel del “Monumento a España” de Arturo Dresco (1936).